Brasilia, 1 mar (PL) El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva criticó al gobierno de Jair Bolsonaro que destruye hoy todo lo que se construyó desde la Constitución de 1988 y se subordina a Estados Unidos en política exterior.
Así lo afirmó la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, que junto al diputado Paulo Pimenta, visitó al exdirigente obrero en la sede de la Policía Federal de Curitiba, capital del sureño estado de Paraná.
Durante un intercambio con integrantes de la Vigilia Lula Libre, Hoffmann transmitió que Lula tiene claridad del papel que el PT y los movimientos populares de izquierda tienen en la defensa de Brasil.
Con una visión clara, precisó la senadora, el exsindicalista lamenta que «Brasil está siendo destruido. Todo lo que construimos desde la Constitución de 1988» y en tal sentido mencionó la Propuesta de
Enmienda de la Constitución (PEC) sobre la previdencia, la entrega del pre-sal (producción de petróleo y gas natural), el desmonte de la industria nacional y la alineación a Estados Unidos en la política exterior».
«Lula dice que no solo están acabando con los derechos del pueblo, sino con la soberanía nacional», señaló la líder política, quien manifestó que también llamó a «hablar con el pueblo, en las plazas públicas, golpear de casa en casa».
Hoffmann refirió que «Lula significa un tiempo de prosperidad para el pueblo, como no tuvimos en ningún momento de la historia».
Hablar sobre su legado, añadió, es dejar claro que Brasil solo volverá a crecer con políticas públicas de inclusión y reducción de la desigualdad.
Por su parte, Pimenta expresó que durante la visita, el exgobernante subrayó indignado: «hay gente que se elige para gobernar, hay gente que se elige para destruir», en alusión a los dos meses de gobierno de Bolsonaro.
Refirió que Lula tiene conciencia de su papel histórico, que es un preso político y su significado para el pueblo brasileño.
El parlamentario insistió en que la única salida es mantener la movilización contra la retirada de derechos de los trabajadores.
«Lo que él (Lula) pide para nosotros es tener capacidad de lucha, de resistencia, para movilizar a la sociedad sin perder de vista nuestra misión: luchar para que este país sea justo, generoso, con oportunidades para todos».
Desde el 7 de abril, el exjefe de Estado permanece preso tras ser penado a 12 años y un mes de cárcel en segunda instancia, en un caso de presuntos hechos de corrupción.
En febrero fue objeto de una segunda condena en la operación anticorrupción Lava Jato, esta vez a 12 años y 11 meses.